Dicen de ti, que eres el reynembaucador, hombre de leyntodo un señor, sabes hablarnsabes vestir, con distincionnnEntoncesnnNo quieres ver, que hay mas allande tu sillón, de senadornpasas de mi, porque no soynun infeliz, bajo tus piesnnDe diablo, ante tu orden al mandonnPero se, que al finalnTe veré caer, mientras pides perdonnMe diras, por favor, ten compasionnDe este pobre y desgraciado traidornnDicen de ti, que alguna veznfuiste un chaval, igual que yonpero que se, algo cambiony la ambición, ya te cegonnY entonces, buscaste otro horizontennPer se, que al finalnTe veré caer, mientras pides perdonnMe diras, por favor, ten compasionnDe este pobre y desgraciado traidornnOh, te veré caer, mientras pides perdonnMe dirás, por favor, ten compasionnDe este pobre y desgraciado traidornnDime como lo vesnComo lo ves