Se que usted tiene sueños, de los que nada me dice, no los quiero conocer. ¿Pero le digo una cosa? Viva esos sueños, vívalos todos, eríjales altares, no es lo perfecto, pero es un camino, ya se vera, si usted y yo somos capaces de renovar el mundo, pero debemos hacerlo pensando siempre en nosotros mismos, sino nada valemos. Piense en ello.