Dentro de las entranas
De los poetas
Hay una obsesión
Quien muerde la tarde
Mastica el cielo
Y eructa el corazón
Entre lobos y garras
Yo me convierto
En una odisea de amor
Sacrosanto y macabro
Es mi espíritu que juega
Con mi voz
El valle de las almas fieles
Guardan la noche
En su caminar
Los signos del pecado mienten
Son reverendos para amar
Se morirán ante mi gracia
En mi amargura existirán