Se está cayendo el jacal,
donde la ingrata vivió,
ya queda el puro güacal,
todo el enjarre y la cal,
el viento se lo llevó.
Se está cayendo el jacal,
el techo todo le cuelga,
por más que quiero olvidar,
llego y me pongo a llorar,
sin esperanza que vuelva.
Las latas y las soleras,
todas están desclavadas,
no hay flores ní enredaderas,
como antes de que te fueras,
y todo lo abandonáras.
Te estás cayendo jacal,
y yo me muero contigo,
el tequila y el mezcal,
no han aliviado mí mal,
porque tú eres mí castigo.
Se está cayendo el jacal,
los horcones se quebraron,
la viga y los travesaños,
con el correr de los años,
toditos se apolillaron.
Las latas y las soleras,
todas están desclavadas,
no hay flores ní enredaderas,
como antes de que te fueras,
y todo lo abandonáras.